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domingo, 14 de octubre de 2012

DESCRIPCIÓN DE LAS CARACTERÍSTICAS DE LAS ESTRUCTURAS DEL FONDO DE OJO NORMAL

Disco óptico:


La porción más anterior, cabeza del nervio óptico, papila óptica o disco óptico, es el segmento intraocular del nervio óptico y corresponde a la zona del fondo donde concluyen las fibras ópticas de la capa plexiforme para formar el nervio óptico. La confluencia de las fibras ópticas y su cambio de dirección determinan la formación de la excavación fisiológica, sitio donde puede verse oftalmoscópicamente la lámina cribosa.
El disco óptico se observa como un disco oval o redondo, de color rojo amarillento o ligeramente rosado dependiendo la tez del individuo, excepto en la excavación fisiológica, que es casi blanca. El color de la papila es más claro hacia el sector temporal que no tiene vasos. Su color está dado por el color blanco de la lámina cribosa de la esclerótica, el color gris de la mielina del nervio óptico y el color rojizo de los vasos y la luz del oftalmoscopio.

Al observar el disco óptico, la arteria central está ligeramente hacia el lado nasal de la papila con la vena hacia su lado temporal.
Los bordes del disco suelen ser planos (su nivel suele ser el mismo que el del resto del fondo del ojo) y nítidos, ello se debe a que está limitada por los bordes internos del canal escleral, ya que las fibras nerviosas aferentes que pasan por él son transparentes al carecer de mielina, pero con frecuencia el borde nasal lo es menos que el temporal. 
Una pequeña coloración blanquecina se localiza en el centro del disco óptico (excavación fisiológica).  La excavación fisiológica (cúpula óptica o copa) del disco óptico es una depresión en forma de embudo con tamaño (este depende del volumen de fibras que forman al nervio óptica, en relación con el tamaño de la abertura esclerótica a través de la cual deben pasar) y forma variables (formada por la separación de elementos vasculonerviosos que se despliegan del centro del nervio óptico hacia la retina).
Rodeando a la excavación fisiológica está el anillo neural, un tejido compuesto por axones, columnas de astrocitos y capilares. La excavación fisiológica transmite la vena y la arteria central de la retina.

Vasos retinianos:


Los vasos emergen del disco óptico y se distribuyen en forma dicotómica en los sectores nasal superior e inferior y temporal superior e inferior, respetando el área macular. Hay una sola vena por cada arteria.
El fondo de ojo ofrece en dos planos superpuestos la imagen de los vasos retinianos que emergen y confluyen en el disco óptico, y los vasos coroideos que dan la extensa imagen “atigrada” del fondo y que se encuentran por detrás del epitelio pigmentado. Los vasos retinianos se aprecian nítidamente y muestran un plexo vascular prerretinial queguarda el orden perfecto de las leyes de dinámica hidráulica que la biología ofrece
Normalmente, los vasos retinianos son tubos transparentes a través de los que se observa con el oftalmoscopio la sangre que contienen. La sangre oxigenada en las arterias es de un color rojo más brillante que la de las venas. La capa muscular de las arterias refleja la luz y produce un reflejo blanco paralelo al eje del vaso.

- Arterias retinianas:

Las arterias retinianas son la continuación de la arteria central de la retina, son arterias terminales, es decir, no se anastomosan, y presentan capa muscular hasta la segunda bifurcación. La arteria central de la retina, rama de la arteria oftálmica, se divide en la emergencia papilar en diferentes formas, pero siempre ofrece las ramas nasal y temporal superiores y ramas nasal y temporal inferiores que van a irrigar los cuadrantes correspondientes.

Desde el punto de vista histológico las arterias retinianas son arteriolas ya su capa muscular y la lámina interna son incompletas, pero en la clínica por costumbre se les llaman arterias.

La pared arteriolar normal es transparente. Suele poderse observar sólo la columna de sangre en su interior. La sangre oxigenada proporciona un rojo más brillante a las arteriolas que a las vénulas.

El reflejo luminoso normal es estrecho aproximadamente ¼ del diámetro de la columna sanguínea.

Como la pared arteriolar es transparente, una vena cruza por detrás de la arteriola puede observarse según la columna de sangre de cada lado.

Las arteriolas son un 25% más angostas que las venas. El tamaño varía según el número de ramas, y se entiende claramente que si dos venas drenan en un área alimentada por una arteria, ésta será el vaso más grande.

- Vénulas retinianas:

El estudio de las venas retinianas guarda una gran importancia para el estudio general del paciente, ya que el calibre venular aumenta en los pacientes genéticamente diabéticos aunque no presenten hiperglucemias ni aun alteraciones en las curvas de tolerancia a la glucosa.

Los vasos confluyen en la excavación fisiológica y a través de ésta abandonan el nervio óptico. Al abandonar el papila para continuar su trayecto retiniano del borde papilar salen rectos, en el mismo plano de la retina. Los vasos observables en la confluencia de la papila son arteria central de la retina, la vena central de la retina que se dirigen desde la parte nasal de la papila y sobre el plano retiniano hacia la periferia retiniana, subdividiéndose en una rama superior y otra inferior que a su vez se dividen en rama interna y otra externa (nasales y temporales superior e inferior, respectivamente), que se siguen subdividiendo y en forma de arcadas se dirigen hacia la periferia retiniana, terminando antes de alcanzarla sin anastomosarse entre sí, dejando libre de vasos el área macular.

La salida de los vasos arteriolares se acompaña de la salida de la vena central de la retina.

Siempre pueden distinguirse las ramas venulares nasales y temporales superior e inferior dirigiéndose a los respectivos cuadrantes de la retina.

Las venas, por tanto, son un poco más oscuras y gruesas que las arterias. La relación entre arteria y vena es de dos a tres (3/4, 3/5, 4/5) y siguen un trayecto semejante, pasando a veces la vena por debajo de la arteria y viceversa.

El reflejo de las vénulas es más estrecho, no tan brillante y limitado a las ramas mayores próximas a la papila óptica. 
Área macular:


Se debe prestar gran atención a la retina central (región macular) localizada en el lado temporal de la papila óptica entre los vasos temporal superior e inferior. Esta región rodea la fóvea y mide unos 6 mm de diámetro; anatómicamente corresponde a la zona retiniana central (por lo cual es útil como referencia en la división del fondo de ojo) del polo posterior, la cual suele ser llamada “mácula”. 
Mácula:


La mácula se localiza a 2 diámetros papilares del lado temporal del nervio óptico, su diámetro es de aproximadamente 3 mm y en su centro presenta una depresión oval llamada fovea. 
La fóvea está situada a unos 2 ó 3 diámetros papilares (4 mm) temporal al disco óptico. Su centro se encuentra ligeramente por debajo del centro de la papila.
 El aspecto de la zona macular es mas pigmentado (se aprecia como una mancha de color amarillo oscuro más acentuado en la depresión central) que el resto de la retina, además es avascular y sin bordes netos regularmente.

A nivel de la fóvea, suele existir oftalmoscópicamente un reflejo luminoso debido a que es el fondo de la depresión (anatómicamente esta zona corresponde al umbo) y actúa como un espejo cóncavo reflejando la luz. Este reflejo puede ser circular u oval, según la incidencia de la luz y la refracción del ojo; es observado sobre todo en personas jóvenes.

Normalmente se ve una fina granulación pigmentaria en la mácula, así como en la periferia de la retina.
Retina periférica y Fondo general:


Desde el punto de vista oftalmoscópico, los médicos utilizan el nervio óptico como una guía que divide la retina en las porciones temporal superior inferior, nasal temporal e inferior y una zona central. Los diferentes cuadrantes son posteriormente subdivididos en las regiones posterior y anterior al ecuador.
La mayoría de los fondos son uniformes en su coloración y de una textura granular fina. La retina periférica es por lo común más clara que la porción central. A menos que existan variantes normales, en el fondo de ojo no deben existir zonas definidas de pigmentación.

El parénquima retiniano es de color rosado, anaranjado o marrón, resultantes de la superposición del pigmento de la coroides y epitelio pigmentario de la retina, de sangre contenida en los vasos coroideos y del color blanquecino de la esclerótica; siendo el primer factor (el pigmento de coriorretina) el más importante.

La densidad de pigmento suele ser paralela a la complexión del individuo. En general, su coloración es bastante uniforme, y su textura es finamente granular.

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